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20/02/09 |
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Las inversiones extranjeras mundiales sufren la mayor caída
de los últimos 30 años
El capital español destinado al exterior descendió el 49%
y el recibido en España, el 42%
EL PAÍS | Madrid |
Casi
a diario aparece un dato que certifica que la economía
mundial está en crisis y que la recuperación
está aún lejos. Las inversiones transnacionales
cayeron un 51% en 2001, a 750.000 millones de dólares,
según la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio
y el Desarrollo (UNCTAD). El declive es el mayor en 30 años
y el primero en el último decenio, según declaró
Rubens Ricupero, secretario general de la organización.
En línea con el mundo, la inversión española
cayó un 49% entre 2000 y 2001, mientras que la entrada
de capital al país se redujo en un 42%.
La presentación del Informe sobre las inversiones en
el mundo 2002 de la UNCTAD se realizó simultáneamente
ayer en más de 60 países y en todos no sólo
se confirmó la fuerte caída de las inversiones
en 2001, sino que, además, predice que para este año
se espera que los flujos de capital disminuyan aún
más o, siendo muy optimistas, que se estancarán.
En la presentación de Ginebra, sede de la UNCTAD, el
secretario general adjunto, el chileno Carlos Fortín,
pronosticó que la inversión extranjera directa
(IED) experimentará este año una nueva caída
en todo el mundo por el escaso crecimiento económico.
'La caída de la IED continuará, particularmente
en Francia, Alemania, Japón y EE UU', dijo Fortín.
El secretario adjunto añadió que 'habrá
un mayor declive en 2002' de la IED en el conjunto de países
desarrollados, y 'en el resto del mundo un estancamiento o
incluso una acentuación de la caída del flujo
de capitales'. Fortín añadió que no se
registrará un aumento de la inversión 'hasta
que no haya una recuperación en el proceso de expansión
de la economía mundial', ni hasta que se calme la incertidumbre
provocada por la 'falta de confianza' en los mercados bursátiles
y agravada por los atentados en EE UU, pero también
por los recientes escándalos contables en grandes empresas
como Enron y Worldcom.
Fusiones y adquisiciones
Una de las principales razones de la contracción de
las inversiones, además de la crisis económica,
ha sido la brusca caída de las fusiones y adquisiciones
entre empresas. Esta tendencia permanece: entre enero y julio
de este año las fusiones y adquisiciones han representado
222.000 millones de dólares, un 40% menos que en el
mismo periodo de 2001.
En la presentación en Madrid, el secretario general
de Comercio Exterior, Francisco Utrera, también confirmó
que la inversión extranjera en España había
experimentado una 'leve reducción' en el primer semestre
de este año, en tanto que la española en el
exterior había registrado un descenso 'algo mayor'.
En 2001, la inversión española en el extranjero
se redujo en un 49% con respecto al año anterior, al
pasar de 54.675 millones de dólares a 27.805 millones,
con lo que el país bajó en la clasificación
mundial de inversores del sexto al noveno puesto. La entrada
de capital extranjero a España también se redujo
significativamente, el 42%. Se recibieron 21.781 millones
de dólares en 2001 frente a los 37.523 millones captados
el año anterior, lo que significó, además,
un retroceso en la lista mundial de receptores del octavo
al duodécimo puesto. Estas cifras rompen la tendencia
de crecimiento tanto de la inversión española
en el extranjero como de la recibida por el país desde
1997.
No obstante, el descenso registrado en la economía
española es menor que el de la media de la UE, que
recibió el 60% menos de capital exterior que un año
antes y destinó el 62% menos para sus inversiones en
el extranjero, mientras que la media mundial se situó
en reducciones del 51% y del 55%, respectivamente. Utrera
destacó que en 2001 España 'siguió siendo
un país inversor', al igual que en los últimos
seis años, ya que el saldo entre lo que salió
a otros países y lo que entró ascendió
a más de 6.000 millones de euros. Fue justamente en
la UE y en el resto de los países más económicamente
avanzados donde el retroceso de las inversiones fue mayor.
Cayeron un 59% en el ámbito de la OCDE, debido fundamentalmente
al descenso de las fusiones y adquisiciones empresariales,
mientras que en los países en desarrollo descendieron
un 14%.
EE UU, pese a todo, conservó en 2001 la primera posición
como principal destinatario de IED, pero las entradas de dinero
disminuyeron a la mitad, con 124.000 millones de dólares.
Las inversiones de EE UU en otros países bajaron un
30%, para situarse en 114.000 millones. Entre los europeos,
la caída de los flujo de capital se notó principalmente
en el Reino Unido, que recibió en 2001 inversiones
por valor de 53.799 millones de dólares, frente a los
116.552 millones del año anterior, mientras que recortó
sus envíos de recursos a otros países a 39.462
millones (253.929 en 2000).
En Europa Central y del Este, la IED se incrementó
en 13 países y bajó en seis, y en la región
de Asia y Pacífico las perspectivas son 'globalmente
buenas', según el informe de la UNCTAD. El flujo de
IED en el sureste asiático descendió un 24%
en 2001, con 102.000 millones de dólares frente a los
134.000 millones de 2000, pero este retroceso se debe principalmente
a la caída de la inversión en Hong Kong, donde
se redujo un 60%. En África, el flujo de IED creció
de 9.000 a 17.000 millones, una progresión que no se
considera significativa.
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